Nacho Vidal volvió el sábado a la acción con Osasuna tras siete meses de ausencia, un periodo en el que su destino lo llevó a las filas del RCD Mallorca (enero 2024) en calidad de cedido. Esta cesión fue el resultado de la falta de oportunidades bajo la dirección de Jagoba Arrasate, quien no parecía contar con el lateral valenciano en su esquema. Tras el fin del préstamo, Nacho regresó a Pamplona con la incertidumbre de un verano complicado por delante, ya que, en principio, su futuro en la primera plantilla de Osasuna no parecía garantizado.
Pero el fútbol es un deporte lleno de giros inesperados, y el panorama para Nacho cambió con la llegada de Vicente Moreno. El nuevo técnico ha decidido darle más protagonismo, considerándolo una opción válida para suplir al inamovible Jesús Areso. Nacho, consciente de su rol secundario, parece aceptar con buena disposición su papel, sabiendo que aún así disfrutará de un flujo constante de minutos en el campo.
Sin embargo, la historia no termina aquí. Irónicamente, ahora es el RCD Mallorca, de la mano de Jagoba Arrasate, quien ha vuelto a mostrar interés en llevar a Nacho Vidal de regreso a la isla balear. Pero esta vez, el retorno a las islas se presenta mucho más complicado. Así de caprichoso puede ser el fútbol.