“Artistas en el juego, dominan el balón, derrochan valentía y luchan con tesón”… Como bien aparece en el himno, Osasuna, desde su origen, se han caracterizado por ser un equipo con garra, valiente, que siempre busca la portería rival y que se deja hasta la última gota de sudor. Osasuna podrá perder o ganar, pero nunca debe de perder esa seña de identidad de ser un equipo aguerrido.
Sin inquietar
Enfrentarse al FC Barcelona nunca es fácil, y menos en su estadio. Es un equipo con una calidad fuera de todo alcance y que te obliga a defenderte y estar concentrado de principio a fin. No obstante, no era el mejor Barça, era un Barça herido, que llegaba al encuentro tras encajar 9 goles en sus dos últimos partidos y que veía que su entrenador anunciaba su marcha a final de temporada.
La producción ofensiva de Osasuna durante el partido ha sido muy pobre. Únicamente podemos rescatar el tramo de partido en el que el equipo estaba con 10, y por debajo en el marcador, y la ocasión de Budimir en la primera parte. El conjunto navarro salió a defender y realizó un gran trabajo, pero se les olvidó que un partido rara vez lo podrás ganar así y que no es la seña de identidad del club.
Jagoba se lamentaba en rueda de prensa de que los tres partidos disputados ante los culés esta temporada se han escapado por mínima y por algún detalle. Lo cierto es que ni con uno, ni con dos, ni con cinco partidos más ante los culés, probablemente, Osasuna ganaría, porque cuando repites una y otra vez un patrón que se ha visto que no se cumple, nunca se va a cumplir por mucho que insistas. Los rojillos tiraron 1 vez entre los tres palos en todo el partido, curiosamente en el tramo en el que ya no tenían nada que perder, y es con esa actitud y esa soltura con la que tenían que haber jugado desde el principio; con valentía, garra y concentración.
Cada aficionado tendrá su propia opinión, pero creo que enorgullece más ver a tu equipo perder habiendo sido valiente y habiendo ido a por el partido, que habiendo sido conservador y no habiendo arriesgado apenas en los 90 minutos. Por todo ello, Osasuna se marchó de Montjuic sin puntos y sin dignidad.
