Ya es oficial la salida del Chimy Ávila al Real Betis Balompié. Una salida forzada por el propio jugador que ha puesto todo de su parte para cambiar Pamplona por Sevilla. Escecenario muy diferente al vivido en el mercado invernal de la temporada 2019-20.
Hace cinco años, el delantero argentino llegó a sonar con fuerza para reforzar al FC Barcelona, pero la mala fortuna, una grave lesión de rodilla le impidió materializar un traspaso que parecía en buen camino. Él mismo reconoció que que de no haberse lesionado –ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda– el 24 de enero de este año, en un partido contra el Levante en El Sadar, podría haber recalado en el Barça porque las negociaciones estaban en marcha.
Sus declaraciones en aquel momento chocan frontalmente con la actitud tomada en este mercado:
«Yo lo que quería era jugar, que es lo que me hace feliz. Mi compromiso está con el Osasuna, no con el Barça ni el Madrid ni el Inter. Iba a cumplir con la gente que me está pagando y con la gente que paga para ver un espectáculo. No me sale del alma hacerme el boludo o el lesionado»
Por obra del destino, algunos días después de su lesión contra el Levante, Ousmane Dembélé también quedó fuera de juego y el FC Barcelona pudo adquirir a Martin Braithwaite del Leganés fuera del periodo de fichajes. ¿Qué habría ocurrido si el ‘Chimy’ nunca hubiera sufrido esa lesión?
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