Frustración, tristeza, desesperación, cara de tonto… Son varios de los adjetivos y calificativos que describen como se sintieron los aficionados rojillos tras el encuentro ante el Girona. De parecer que iba a ser un vendaval gironí desde un principio, a ponerse por delante y creer en la victoria para que al final en dos jugadas se te vuelvan a poner por delante, maten tus ilusiones y te rematen para dejar un marcador que no representa lo que sucedió en el terreno de juego.
Entre la frustración y resignación, una pregunta aflora, y es: ¿Qué ocurrió para que Osasuna pasase del 2-1 al 2-4?
Regalar el balón tan fácilmente
El primer error que cometió el conjunto rojillo fue regalar tan fácilmente el balón al rival. La remontada tendría que haber supuesto un empuje moral para el equipo con el que ir a por más, en vez de utilizarlo para echarse atrás y pegarse el tiro en el pie de creer que podrías aguantar la ventaja todo el partido. El líder con el balón y ante un equipo replegado se vino arriba y con el empate logrado, nada les pudo parar y creyeron en la victoria hasta conseguirla.
Sin fuerzas en un momento clave
Tras haber hecho lo más complicado, que fue remontarle al líder, se preveía que el conjunto rojiblanco no se iba a quedar de brazos cruzados y rápidamente iban a ir a por el empate. Con un Osasuna replegado, y el Girona haciendo que fueses de un lado para el otro, las fuerzas comenzaron a flaquear. Es ahí cuando más fuerzas hacían falta. Donde tenían que entrar los cambios, pero no lo hicieron hasta que llegó el empate, cuando ya era tarde.
Graves errores defensivos
Está siendo la tónica general de este inicio de temporada. Los datos son escalofriantes. 20 goles en contra en 12 jornadas. En el primer gol Torró tarda en cerrar el mediocampo, Catena trata de cortar la jugada y acaba corriendo detrás de Savio, David no se atreve a entrar y a Mojica le ganan la espalda.
En el segundo gol un centro que no entraña peligro pasa por hasta 5 jugadores estando Catena mal posicionado y a David García le ganan la espalda con extrema facilidad
El tercer gol es una jugada desgraciada en la que no hay un despeje contundente y Mojica acaba dándole una asistencia a Tsygankov.
Por último, en el cuarto tanto Catena se olvida de Aleix García y Pablo Ibáñez no llega a marcarle.
El rival
Otro de los aspectos que ha influido en la remontada visitante ha sido la dinámica de cada uno. No es lo mismo tratar de remontar siendo un equipo con una confianza brutal, donde los resultados acompañan a hacerlo en una situación totalmente diferente. La confianza lo es todo en el fútbol y si a eso le sumas la calidad individual todo es más fácil.
