Falta de acierto
Cuando no aprovechas tus oportunidades, estás condenado a perder. La primera parte fue de dominio rojiblanco y las ocasiones que tuvieron las supieron aprovechar. Todo lo contrario que los rojillos, que tuvieron varias oportunidades como la de Aimar Oroz nada más empezar que se le escapa el control cuando se plantaba solo ante el portero, la de Rubén García, muy clara, en el mano a mano con Unai, de Mojica, Moi con el disparo desde fuera del área o del Chimy que salva de manera determinante el guardameta bilbaíno, y no entró ninguna para cambiar radicalmente el guión de partido. No fue el día de cara a puerta.
Un coladero en las bandas
En la primera mitad, las bandas fueron una autopista para el conjunto vasco. El planteamiento de jugar con dos laterales ofensivos ante extremos tan incisivos y con tanto desborde no fue buena idea. Nico Williams e Iñaki Williams fueron una auténtica pesadilla para la defensa navarra en la primera mitad. Cierto es que el nivel que mostraron fue bueno y realizaron una gran actuación, pero los laterales realizaron varios errores como en el primer gol donde a Mojica le ganan la espalda y quizás Aitor pudo hacer más saliendo a por el esférico.
El problema de jugar sin extremo izquierdo
En el esquema que planteó Jagoba, el equipo jugaba con Moi en banda izquierda en un principio por delante de Mojica. Al cabo de los minutos, Moi se metió por dentro y únicamente copaba el flanco izquierdo Mojica. Esto provocó que en esa banda hubiese un 2vs1 a favor del Athletic y sumado a que el colombiano no estuvo muy acertado, apenas tenían trabajo el lateral y extremo derecho del conjunto de Ernesto Valverde. Asimismo, en la banda derecha, Rubén García y Rubén Peña tampoco tuvieron su día. Al estar tan liberados los laterales bilbaínos y no haber ningún jugador que generase peligro, la línea defensiva pudo dar dos pasos adelante, ahogando la salida de balón de Osasuna y provocando que no hubiese una buena fluidez de juego. Los balones arriba comenzaron a ser más frencuentes y ahí es cuando el Athletic recuperaba y tenía la posesión de balón. En la segunda parte eso cambió a raíz de la expulsión.
Mérito del Athletic
Gran parte de la derrota rojilla fue a causa del gran trabajo del Athletic, ya no solo en el ataque en la primera parte, sino en la segunda mitad también con una línea defensiva ordenada, concentrada y contundente. Pocas ocasiones claras concedió el conjunto bilbaíno, que secó el ataque rojillo y en las que no lo pudo hacer apareció un Unai Simón colosal para sujetar a su equipo cuando estaba con un jugador menos y así hacer que no se metiesen en el partido.
La competición continúa
Las sensaciones fueron malas tanto en ataque como en defensa, hay cosas que corregir, ensamblar más el equipo para que los nuevos se adapten, aprender que estas cosas pueden pasar, que son buenas como toque de atención y que ni en el partido del Celta éramos tan buenos, ni ahora somos tan malos. El jueves hay un partido muy importante que hay que ganar, estamos aún en el inicio de temporada, así que por muy malo que fuese el partido no hay que dramatizar, ni exagerar nada. Simplemente toca seguir creyendo y animando a este equipo, que falta les va a hacer esta temporada.