Indignados y enrabietados, los jugadores de Osasuna entraron al vestuario de El Sadar con las pulsaciones al límite después de que el árbitro Estrada Fernández perjudicara al equipo rojillo contra el Sevilla (3-4).
En unas imágenes grabadas por las cámaras de Mediapro y difundidas por Gol, se muestra cómo el atacante Sergio León entra al vestuario gritando al colegiado «¡ponte la camiseta blanca!», en referencia a la elástica del Sevilla.
«¡Me cago en Dios, con lo que nos jugamos, hostia!», grita un indignado Roberto Torres. Imágenes que demuestran la indignación del vestuario rojillo tras el partido.