Vuelve el jefe, el toque, la pausa, la clase, la elegancia y sobre todo la coherencia en el mediocampo. Coherencia de la que ha carecido este equipo desde que comenzó la temporada. Un bloque sin identidad, sin estilo, sin convicción y sobre todo sin una brújula capaz de dirigirlo y marcar los tiempos.
Solo han pasado 6 meses desde su marcha, suficientes para darnos cuenta de la valía e importancia de este iraní, siempre comprometido con la causa rojilla y que nunca debió marchar.
Me sorprende ver la cantidad de voces que se han alzado en contra de su regreso. Creo que a estas alturas pocos estamos de acuerdo con la política de fichajes de esta campaña pero apostar por Javad, es apostar sobre seguro.
Desconocemos exáctamente los motivos de su marcha, pero estoy convencido de que merece la pena hacer un esfuerzo por traerlo.
Confiamos en ti Neko.