Este mediodía se ha llevado a cabo el sorteo de los dieciseisavos de final de la Copa del Rey 2024/2025 en el que la suerte ha deparado que Osasuna sea la última bola que se abra en el sorteo y que su rival sea el CD Tenerife. Un equipo que se encuentra inmerso en una grave crisis deportiva, ya que marcha penúltimo en Segunda División con 11 puntos, a 8 puntos de la permanencia y que ha eliminado al CD Alfaro (Segunda RFEF) en la prórroga y al Zamora (Primera RFEF) en penaltis.
Lo que más sorprende y más atemoriza a la afición rojilla es el balance de resultados de Osasuna en la isla tinerfeña. Una sola victoria en la historia del club, que se produjo en la campaña 1976-77 en la ida de la primera ronda de la Copa del Rey por 1-2. Por lo demás, de las 22 visitas de los navarros a la isla, en 5 ocasiones ha acabado en empate y 16 visitas han acabado en derrota. La última de ellas fue la del año del ascenso, cuando los rojillos comandados por Jagoba cayeron por 3-1 en la jornada 30.
El rival de Osasuna es, históricamente, un hueso duro de roer y más si cabe en su estadio donde la mayor de las veces la moneda ha salido cruz para el equipo pamplonica, pero atraviesa una situación crítica en lo deportivo y ha superado las dos rondas previas con apuros.