Los rojillos llegaban a Mestalla con la misión de mostrar una mejor versión fuera de casa tras los desastres de Montilivi y Vallecas. Una tarea que no debiera ser complicada, pero enfrente estaba un Valencia que venía de ganar al Girona.
Partido de no perder
Vicente realizó menos rotaciones de las esperadas, queriendo transmitir un claro mensaje, al igual que hacía en la rueda de prensa previa, de que no se conforman con el empate y siempre quieren ir a ganar. La sorpresa llegó con los 4 puesta en escena de cuatro centrocampistas, aunque realmente era Moi quien ocupaba la posición de extremo zurdo durante gran parte del partido.
El partido comenzó con un arreón inicial de Osasuna que generó en 3 minutos los mismos goles esperados que en todo el partido ante el Girona en Montilivi (0,4). En esos tres minutos lo intentó Torró desde la frontal, pero su disparo fue bloqueado por la zaga. Los minutos siguientes fueron de posesión muy disputada entre ambos conjuntos, ninguno lograba hacerse con el mando del partido y ninguno parecía ir a por el primer gol. La tuvo Pepelu de volea, Almeida tras un pase de Luis Rioja y Rubén con un disparo fuera al borde del descanso, pero sin apenas peligro en ninguna de las dos porterías.
Poco cambió la película en la segunda mitad. Dos equipos que trataron de minimizar las virtudes del otro, de no exponerse demasiado para no sufrir y que no fueron a por los tres puntos. El conjunto che tuvo la ocasión más clara del partido en las botas de Dani Gómez, que desvió con los pies Sergio Herrera firmando un paradón. Hubo un tramo en el que Osasuna robó varios balones y embotelló a los locales a raíz de las entradas de Pablo Ibáñez y Rubén García, pero faltó claridad en metros finales . La mejor para los rojillos la tuvo Budimir en un cabezazo que se fue alto.
Regustillo agridulce
En general, fue un partido muy plano, sin una propuesta clara por ninguno de los dos para ir a por el partido y con una sensación de que, ante un Valencia irreconocible, a Osasuna le faltó actitud y ambición, que venía siendo una de las tareas pendientes del equipo fuera de casa.
No obstante, el equipo logró minimizar al rival, llegar con mayor sensación de peligro a portería rival que en anteriores encuentros y firmar una gran actuación defensiva, de ahí el premio de sumar el primer punto a domicilio que debe ser un punto de inflexión.
