Sorprende y mucho ver hoy en día cómo un equipo desaprovecha una oportunidad de hacer daño al rival a través del balón parado. En un fútbol tan físico y táctico como el actual, las acciones a balón parado marcan muchas veces la diferencia en los partidos. Es por ello importante trabajar adecuadamente tus virtudes en este tipo de acciones para potenciarlas y, al mismo tiempo, tratar de minimizar tus puntos débiles.
En los últimos encuentros, a muchos aficionados les ha sorprendido lo poco que se le saca rédito a las faltas recibidas cerca de la frontal del área con buen ángulo para buscar un golpeo directo a puerta. Lo cierto es que Osasuna se caracteriza por ser un equipo que busca el centro lateral y las segundas jugadas, porque sabe que ahí es donde se hace fuerte. Sin embargo, y a pesar de tener un gran lanzador como Rubén García, en faltas directas Osasuna no logra marcar un gol desde hace más de dos años.
Concretamente, si contamos desde hoy día 2 de mayo del 2024 han pasado 949 días desde que los rojillos anotasen su último gol de libre directo en partido oficial. Fue un 26 septiembre de 2021, Osasuna visitaba al RCD Mallorca en la jornada 7 de liga e iba a vencer por 2-3 en Son Moix gracias a entre otros tantos al golazo de falta directa de Íñigo Pérez, ahora entrenador del Rayo Vallecano, que ponía el 2-2 en el marcador.
La falta tuvo lugar cerca de la banda derecha, algo alejada de la frontal, pero con la distancia perfecta para que, con un golpeo seco con el interior de la pierna izquierda, colocase el esférico en la escuadra derecha de la portería que defendía Greif y estableciese un último precedente de lo que hasta ahora no se ha conseguido: marcar un gol de libre directo en partido oficial.
