Osasuna Promesas visitaba Pinilla para enfrentarse al Teruel con la intención de ganar para no tener que vencer en la última jornada para lograr la permanencia. El CD Teruel se encontraba en una situación muy crítica. Era, como bien decía un vídeo que subió el conjunto aragonés antes del encuentro, “el partido de sus vidas”. Y es que tras ascender a la categoría de bronce, querían evitar volver a Segunda RFEF.
Remontada épica
El ambiente era inmejorable para el CD Teruel con una afición volcada con el equipo y el inicio del partido también iba a serlo así. Salieron muy enchufados los locales y en el minuto 40 se adelantaron en un centro desde la banda derecha, que trata de coger el portero rojillo, pero se le escapa y acaba en gol. Los navarros no se encontraban cómodos en el partido y se marchaban a vestuarios
En la segunda mitad, Osasuna Promesas salía más suelto, más enchufado y aún así en el 72’ hacía el 2-0 en un contraataque que parecía irrevocable para los chicos de Santi Castillejo. Sin embargo, los cambios le vinieron bien al filial rojillo y una buena jugada de Unai Buján por banda derecha acababa en gol de Ander Yoldi, que solo la tenía que empujar la pelota. Quedaba un cuarto de hora por delante y se mascaba la tragedia en Pinilla. Osasuna apretó y en una buena jugada combinativa al primer toque permitía a Jorge Agirre plantarse solo ante el portero y definir al palo izquierdo.
Con el empate, a los rojillos les bastaba con empatar en la última jornada. No obstante, fueron con todo a por la victoria y en un partido ya roto, sin centro del campo, ambos equipos yendo con todo a por el gol, el Promesas recuperaba un balón en el centro del campo, que iba a acabar en una cabalgada de Eneko Aguilar por banda izquierda y una semi vaselina que, con ayuda del portero, acababa en el tercer gol.
https://x.com/danielarangay/status/1791907811774914720?s=46
Locura absoluta tras el gol
El balón se introducía, casi llorando, en la portería del Teruel. Lo habían vuelto a hacer. Una remontada épica, que fue celebrada con la máxima alegría. Casi todos los jugadores fueron a abrazar al goleador, haciendo una piña, exteriorizando y resoplando toda esa tensión por haberse visto teniendo que jugársela en la última jornada. El abrazo de un equipo que lo ha luchado toda la temporada, con sus rachas positivas y negativas, pero era el desenlace más épico de un camino que comenzó en agosto ante la UE Cornellà y que finaliza con esta victoria en Teruel un 18 de mayo.
https://x.com/osasuna/status/1791911529429758218?s=46
La fiesta y la alegría continuó en el vestuario donde los jugadores saltaban con la música de fondo. Habían certificado la presencia de Osasuna Promesas una temporada más, y ya van tres, en Primera RFEF.
