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Los insultos racistas que nadie escuchó

El Real Madrid denunció cánticos racistas contra Vinicius JR y Osasuna ha pedido que rectifiquen los diferentes medios que han tildado a la afición rojilla injustamente

Los insultos racistas que nadie escuchó

Real Madrid. Vinicius JR. El Sadar. Unidos estos tres elementos no se podía encontrar un cóctel mejor para que se generase una nueva polémica, denuncias o reproches. El conjunto rojillo es el club de La Liga que más denuncias ha recibido por parte de Antiviolencia, por lo que era de esperar que algo iba a suceder.

Ayer, sobre las nueve y media de la noche, el Real Madrid emitía un comunicado en el que anunciaba que han presentado una denuncia ante el Comité de Disciplina de la RFEF contra el colegiado que se encargo de dirigir el Osasuna vs Real Madrid, Juan Martínez Munuera Montero, por haber omitido del acta arbitral los insultos racistas y de odio que fueron profanados sobre su jugador, Vinicius JR.

Asimismo, han anunciado que se ha presentado una denuncia en el órgano federativo, que este ha sido trasladado también a la Comisión Estatal contra la Violencia, el Racismo, la Xenofobia y la intolerancia en el Deporte por los insultos vejatorios que se profirieron a Vinicius con el fin de identificar a los infractores de dichos gritos e insultos. Por último, el Real Madrid ha extendido, en la Fiscalía General del Estado, la denuncia del pasado viernes 15 de marzo contra los hechos acaecidos en Montjuic y el Civitas Metropolitano, incluyendo a estos también los insultos racistas, discriminatorios y de odio profanados contra Vinicius JR en El Sadar.

El conjunto blanco acusó en su comunicado a la afición rojilla de haber realizado cánticos e insultos racistas contra el jugador brasileño. Sin embargo, no existe ninguna prueba en el que la afición rojilla se meta con el color de piel y la raza del jugador del conjunto blanco como ha declarado el Real Madrid en su comunicado. Cierto es que hay un vídeo en el que se escuchan cánticos donde se escucha “Vinicius muérete”, pero de no existen indicios de que se haya proferido insultos racistas contra Vinicius. Osasuna, ante tal acusación, ha pedido hace escasos minutos la rectificación por parte de los medios que hayan acusado a la afición rojilla de proferir insultos racistas y ha anunciado que se querellará contra aquellos que persistan en tal falacia. 


El cuadro navarro condena cualquier insulto y menosprecio racista o de odio sufrido por parte de Vinicius JR (Real Madrid) y Peter (Valencia CF) y lamenta que no se produjese una foto entre ambos equipos con la camiseta de La Liga contra el racismo antes de que empezase el encuentro, dado que el cuadro madridista rechazó dicha propuesta, algo que no ocurrió en los demás campos de esta jornada.

El vergonzoso fútbol de los “extremos”

Vinicius Junior es un jugador diferente al resto de sus compañeros. Un jugador que recuerda a aquel Cristiano Ronaldo del Real Madrid que interactuaba y provocaba a la grada ahí por cada estadio al que iba. El jugador brasileño tiene la misma perfección del fútbol. Le gusta picar y provocar a la grada, juega un fútbol eléctrico y detesta ese fútbol pausado. Es un jugador que genera espectáculo, que gusta ver (a algunos) porque se atreve a encararse con la grada, a picar a la afición rival y no sabes por dónde puede salirte o la que puede liar.

No obstante, Vinicius debe ser consciente que ese juego que él practica no gusta a todo el mundo, no todos lo digieren igual y claro que puede dar pie a mosqueos y enfados. Es por ello que no procede que, tras haber provocado a la afición rival, se queje y abandere el papel de víctima por todos los insultos que pueda recibir. Con Cristiano ocurría lo mismo, recibía insultos pero no los utilizaba para victimizarse y montar “escándalos” extra deportivos en el fútbol. Él simplemente era consciente de las consecuencias de lo que hacía y lo utilizaba para motivarse, seguir haciendo su fútbol y para generar espectáculo. 

Evidentemente, hay comentarios como el de “Vinicius muérete” que sobran, pero el atacante brasileño no puede pretender que ante sus actos provocativos, la afición rival se quede callada y sentada y que utilice los insultos que pueda recibir para llamar a todo un país racista. Si un jugador no quiere que se le insulte, lo mejor que puede hacer es mostrar respeto a la grada y los aficionados, pero no hacerse la víctima y seguir con el mismo espectáculo. El fútbol deja de ser un juego cuando todo se lleva a los extremos y, es ahí, cuando vivimos un fútbol que no nos enorgullece a ninguno.

Written by Daniel Arangay

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