Tajonar es una especie de máquina de crear talento. Muchos jóvenes navarros entran con la ilusión de poder llegar a triunfar con el primer equipo. Los años van pasando, y los niños, y los no tan niños, van quemando etapas hasta adquirir todas las habilidades, conocimientos y experiencias para poder dar el salto. A una determinada edad, que suele ser en los 23 o 24 años, el futbolista debe estar listo para entrar en dinámica de primer equipo. En el caso de que no suceda, al jugador no le renovarán el contrato y quedará libre para afrontar su carrera en otro equipo o ceden al futbolista a un equipo de categoría inferior del que se encuentra Osasuna para ultimar su crecimiento y corregir posibles carencias.
En este artículo recordamos el caso de Íñigo Piña, quien solo pudo disfrutar media temporada de formación en Tajonar, siendo esta en Osasuna Promesas y jugando durante once partidos en el conjunto rojillo antes de marcharse al considerar desde el cuadro pamplonica que no daba el nivel para llegar al primer equipo.
Una larga travesía hasta llegar a su mejor momento
Íñigo Piña nació el 30 de octubre de 1994 en la localidad navarra de Murchante. Tras dar sus primeros pasos en el equipo de su pueblo, en 2013 firmó con el primer club profesional de su carrera, el CD Tudelano, donde disputó 14 encuentros en la antigua Segunda División B. En la campaña 14/15 llegó a Osasuna Promesas, aunque solo jugó once partidos; ocho de Tercera RFEF y tres de Copa Federación. Acabó siendo cedido para el segundo tramo de la temporada en la UD Mutilvera. En la campaña 15/16 fichó por el CD Barco de Tercera División jugando 15 encuentros hasta que en el mercado invernal recaló en la SD Formentera, de Tercera División también, participando en 14 encuentros en lo que restaba de temporada y 38 encuentros + 1 gol en la siguiente campaña. Las dos siguientes temporadas las disputó en el Arandina disputando un total de 81 partidos.
Tras finalizar su andadura en Aranda de Duero, el jugador navarro fichaba por el Zamora con el que en su segunda temporada ascendió a Segunda B. Su tercera y última campaña en Zamora la jugó en lo que ya era Primera Federación. En total fueron 71 encuentros y 5 goles con el conjunto zamorano dando el salto definitivo como jugador a la categoría de bronce del fútbol español. La pasada temporada la jugó en el Real Murcia, equipo con aspiraciones de ascenso y en la que realizó una gran actuación, disputando 37 encuentros en total, quedándose a las puertas del Playoff y, como curiosidad, enfrentándose a Osasuna Promesas en Tajonar (2-2) en la jornada 33.
A sus 28 años, Íñigo Piña dio el salto a LaLiga Hypermotion tras fijarse en el CD Eldense. De momento, ha jugado 23 encuentros perdiéndose solo 6, por lo que está teniendo una gran importancia en su equipo y en que el conjunto eldense se encuentre decimosegundo con 8 puntos de ventaja sobre el descenso y a 5 puntos del Playoff.
Al jugador navarro aún le quedan varios años de carrera, finaliza contrato con su actual club este verano. No se sabe qué le deparará el futuro, pero es un caso más de jugadores que, tras no cuajar en Osasuna, han logrado rehacer su carrera y alcanzar, el que de momento es, su mayor rendimiento.