El fútbol es realmente impredecible en ocasiones. Pocos habríamos puesto la mano en el fuego por el Cádiz CF ayer ante un Atlético de Madrid presumiblemente con mejor plantilla y dinámica. El fútbol tiene estas cosas, a veces el de arriba pierde con el de abajo aunque nadie se lo esperase, pero anoche lo lógico era que Osasuna cayese ante un Girona CF que está haciendo una temporada encomiable.
Hace varios años, cuando Osasuna llevaba una racha histórica de temporadas consecutivas en Primera División y yo era un niño de unos 9 o 10 años siempre me quejaba de que Osasuna solía competir muy bien ante los equipos grandes, sobre todo cuando venían a El Sadar, y en ocasiones lográbamos sacar los tres puntos, mientras que luego venía un rival directo, el equipo no jugaba de la misma manera y perdíamos puntos ante equipos de “nuestra liga”.
Osasuna, lamentablemente, acabó descendiendo en la temporada 13/14. Muchos años de sufrimiento hemos vivido desde entonces, pero, sobre todo esta temporada, con Jagoba está siendo la película totalmente diferente. La sensación es que los equipos de “nuestra liga” los mantenemos a raya y generalmente solemos ganarles, mientras que ante los de arriba solemos perder todos los partidos. Solo a la Real Sociedad hemos conseguido sacarles puntos.
La temporada, desde el principio, no ha sido la mejor. Sin embargo, el equipo goza de una gran estabilidad en la categoría y desde febrero está prácticamente salvado. Por ello, no veo justo criticar ni alarmarse por el partido de anoche que, aunque haya sido una nueva derrota ante un equipo de arriba a los que no logramos sacar puntos, los rojillos compitieron bien y estuvieron vivos hasta el final ante un equipo que solo ha perdido en su estadio ante el Real Madrid.
Es normal que haya aficionados que quieran ver a su equipo ganar a los equipos de la zona alta de la tabla, pero hay que poner en valor la estabilidad que existe en el club actualmente y que podamos ganar a casi todos los equipos de la mitad de tabla y de la zona baja de la clasificación.
