El pasado sábado se celebró una Asamblea General muy importante para los intereses de los aficionados rojillos. En ella se presentaron las cuentas de la temporada pasada con pérdidas por tercer año consecutivo. Sin embargo, no es en lo que se quiere fundamentar este artículo, sino en el balance de Sabalza sobre lo vivido la temporada pasada y sobre la presente campaña.
Una de las declaraciones que dejó el presidente del conjunto navarro hablaba de mantener los pies en el suelo: «No se nos debe olvidar nuestro objetivo: la permanencia. Porque en el momento que despeguemos los pies del suelo, el golpe será fuerte. Es momento de no dudar, sino de dar un paso al frente. Es momento de valorar lo afortunados que somos de poder defender una plaza en Primera División«, comentaba Luis Sabalza.
Un mensaje en el que, por una parte, tiene razón en que el objetivo es la permanencia y así va a serlo siempre, pero creo que se peca de ser poco ambicioso y demasiado pesimista.
Deporte: Superación y ambición
Una de las razones por las que creo que se está pecando de conformismo, un mensaje que además ha calado en la afición en este inicio tras la gran temporada pasada, (de hecho, muchos hablan y se conforman con lograr la salvación, a pesar de que quede más de la mitad de la temporad), es que la esencia del deporte reside en superarse a sí mismo cada día, de ser ambiciosos, de querer avanzar un pasito más e ir creciendo. Es incomprensible que un deportista o entidad deportiva busque un objetivo distinto a ese cómo se está intentando, de alguna manera, transmitir.
Osasuna, desde que llegó Jagoba Arrasate, ha construido una base sólida sobre la que crecer, con futbolistas de casa y otros muchos que llevan varios años en el club. La primera temporada se logró el ascenso y en estas cinco campañas en Primera división ha ido superándose y creciendo hasta formar un equipo con el que luchar por puestos europeos. Por lo que es irracional marcarse un objetivo menor cuando tienes una plantilla con la que ser ambiciosa. Al fin y al cabo, los grandes jugadores quieren proyectos ambiciosos, por lo tanto, el concebir un proyecto en el que el principal objetivo sea el valorar el tener una plaza en Primera división, es pegarte un tiro en el pie.
La ambición lleva al éxito
En nuestro fútbol podemos observar varios casos en los que la ambición y la superación diaria fueron la clave para lograr grandes cosas y son el espejo al que se debe mirar, no solo Osasuna sino cualquier club.
El primer ejemplo es el de la Real Sociedad. Un equipo de San Sebastián/Donosti, una ciudad de alrededor de 186.000 habitantes, que hace trece años llevaba encadenadas tres temporadas en Segunda división, pero que hoy se encuentra disputando la Champions League. Bien es cierto, que la historia del conjunto txuriurdin es mejor que la del conjunto navarro, pero sin esa mentalidad ambición no hubiesen logrado salir de ese pozo y volver a donde les corresponde.
Otro caso parecido lo encontramos en Villarreal, un pueblo de alrededor de 50.000 habitantes, cuyo equipo se encuentra en la clasificación histórica por debajo de Osasuna. Sin embargo, hace unas temporadas lograron ganar la Europa League y aún se mantienen disputando competición europea. Cierto es, que los groguets se vieron favorecidos por la entrada de un inversor llamado Roig, que puso mucho dinero en las arcas del club.
Una plantilla mejorada
Otro de los aspectos a tener en cuenta es el salto de calidad que ha dado la plantilla a lo largo de las cinco temporadas que lleva el club en la máxima categoría del fútbol español.
En la primera campaña, Osasuna tenía un once en el que estaba; Sergio Herrera en la portería, Aridane de central junto a David García (aunque el nivel de este no es el mismo que el de la actualidad), en el lateral derecho, Facundo Roncaglia y en el lateral izquierdo, Estupiñan. Luego la línea del centro del campo la formaban Roberto Torres, Oier, Brasanac/Moncayola y Rubén García. La pareja ofensiva la formaban Chimy Ávila y Adrian López.
En cambio, la defensa de hoy en día es, excepto en el lateral izquierdo y quizás en el recambio de Aridane, mejor que la zaga de la temporada 19/20. El centro del campo ha dado un salto de calidad tremendo y el ataque ha sido también mejorado con Budimir.
No obstante, con una plantilla peor que la actual, Osasuna logró finalizar aquella temporada en décima posición. Un puesto que para un recién ascendido es un gran resultado, pero ahora con un proyecto consolidado debe ser una referencia donde acabar, como mínimo, la temporada.
En definitiva, creo que Luís Sabalza hace bien en recordar que el objetivo es siempre la salvación, como para cualquier equipo, pero que está transmitiendo un sentimiento de pesimismo y conformismo preocupante del que se debe salir. Al fin y al cabo, ya lo dijo Robinson: “Osasuna es un equipo grande con un conformismo casi enfermizo” y parecemos ir encaminados a volver a cumplir lo que dijo el ex jugador rojillo y a nunca aspirar a más.