Llegados al primer cuarto de la temporada para Osasuna, toca hacer balance del inicio de temporada del conjunto navarro. Un inicio que ha estado marcado por la no llegada de Abde y por la eliminación en los PlayOff de acceso a la Conference League. Queda por delante mucha liga y una Supercopa de España y una Copa del Rey por disputar, que despierta una gran ilusión.
A continuación analizamos quiénes han sido las notas positivas y negativas en este inicio de campaña:
Las notas positivas
Jesús Areso: Es la gran revelación de este nuevo Osasuna. Su explosión como jugador ha enamorado a todos. Se caracteriza por su gran llegada a línea a fondo, su esfuerzo, su perseverancia, sus centros y el ser un puñal por la banda. Es, sin haber jugado todos los partidos, el jugador que más asistencias esperadas genera por partido de la plantilla con 1,1 asistencia por partido.
Iker Muñoz: En este primer cuarto de temporada se ha asentado definitivamente en el primer equipo y es ya una pieza fundamental para Jagoba Arrásate. Su participación en el equipo va aumentando y ha sorprendido porque da la sensación de que lleva toda la vida en el club y en la categoría. No se pone nervioso, entiende las situaciones de juego, va bien por arriba, tiene buen toque y ya ha anotado su primer gol en Primera división. Su porcentaje de pases acertados supera el 70%.
Budimir: A diferencia de las anteriores, esta temporada ha realizado la pretemporada al completo con el equipo y se le ve más fino. Parece que se cree que aún estamos en primavera, porque los goles que solía meter en dicha estación del año, los está metiendo ahora. Su rendimiento está siendo bueno, lleva 3 dianas y 1 asistencia, se le ve más fino y está aportando mucho al equipo.
Moncayola: A pesar de su lesión arrancó la temporada de forma excepcional. Era lo más destacado del equipo en las primeras jornadas y sobre él recaía prácticamente el juego del conjunto navarro. El equipo espera y necesita de su mejor versión para crear un gran mediocampo con una gran variedad de mediocentros.
Catena: De las cuatro incorporaciones realizadas por Braulio para la presente campaña, el central madrileño está siendo el más destacado. Se ha afianzado como pareja de garantías en la zaga de David Gracía y sus actuaciones han sido correctas. Se confía mucho en él y por ahora está respondiendo bien, aunque podría aprovechar más su gran golpeo de balón el largo en la salida de balón del equipo.
Las notas negativas
David García: No está siendo el capitán rojillo de la temporada pasada, que era un auténtico muro y en este inicio se le ha visto un rendimiento peor. El cuadro rojillo es de los equipos que más goles ha encajado y Osasuna necesita ya su mejor versión. Además es una buena temporada para exigirle y que pueda exprimirse contando con la motivación de la Eurocopa en junio.
Lucas Torró: Desapercibido y desbordado. Así se le ha visto al alicantino en varios partidos donde no ha tenido la relevancia que necesita el equipo sobre él. En algunos partidos llegó a ser suplente por detrás de Iker Muñoz y no lleva una racha positiva. En los últimos partidos parece que se le ha visto con algo más de confianza. Esperemos que vuelva a ser ese jugador que le da equilibrio al equipo.
Moi Gómez: Un inicio de temporada complicado. Ha disputado únicamente 4 partidos de liga y, a excepción de en el primer partido, su rendimiento ha estado muy por debajo del que mostró la temporada pasada. Por si no fuera poco, se encuentra en medio de una lesión que le ha hecho perderse los tres últimos partidos.
Kike Barja: Su inicio de campaña contrasta claramente con el nivel mostrado en la recta final de la temporada pasada. Su lesión en la última semana de pretemporada le ha lastrado y se ve un Kike Barja fallón, sin confianza y sin esa chispa para desbordar.
Aitor Fernández: Otro de los señalados es el guardameta vasco, Aitor Fernández. Ha encajado 8 goles en 4 partidos y acciones como la del primer gol ante el Atleti hace que la confianza en él disminuya. Los datos no son nada buenos. 4,9 goles esperados por cada 9 tiros a diferencia de la temporada anterior donde los goles esperados era de 17,7 por cada 70 tiros. Es decir, de cada dos tiros encaja un poco más de 1 gol.
