Osasuna 1920
Chimy Ávila terminó el domingo enfilando el túnel de vestuarios prematuramente por una desafortunada y violenta acción contra un rival. Por todos es conocido el fuerte temperamento del ariete argentino que en muchas ocasiones le ha jugado malas pasadas y amonestaciones innecesarias.
El mediático atacante sudamericano suma ya dos expulsiones vistiendo la casaca del Club Atlético Osasuna. La primera llegó de un doble amonestación el 3 de enero frente al Athletic en El Sadar. Ambas cartulinas las vio en el tiempo añadido y una de ellas bien pudo costarle una sanción.
La segunda fue ayer y por roja directa tras una acción que el árbitro calificó de la siguiente manera: «En el minuto 41 el jugador Avila , Luis Ezequiel fue expulsado por el siguiente motivo: Impactar con los tacos en la pierna de un adversario con uso de fuerza excesiva, estando el balón en juego».
Poco se le puede reprochar al delantero argentino en cuanto a entrega y derroche físico sobre el terreno de juego. Su forma de entender el fútbol ha generado muchas más alegrías que disgustos en la afición rojilla, pero eso no quita para que el impetuoso atacante deba reflexionar para erradicar de su fútbol esas peligrosas desconexiones que a veces cuestan muy caro.
