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Jugando al Cluedo

Jugando al Cluedo
Pablo Sanzol

A Pamplona han de venir decían, y allí están los metros bajo el cielo que cité hace nueve meses con toda la ilusión del mundo. Hoy, escribo con hastío. Osasuna es un juego de mesa fácil de manejar y de interpretar. Digamos que el misterio no sorprende y que el asesinato de un sueño que parecía indestructible no es cuestión de un solo autor. El objetivo de moda parece ser que se sostiene sobre la base de quien o quienes tienen el mayor porcentaje de responsabilidad del desastre del 17. Quedan diez funerales para certificar lo confirmado, y miedo me da la forma y el fondo que pueden tomar los acontecimientos. Tal vez la compra del panteón estuvo en el inexistente efecto Martín-Caparrós porque realmente nadie estaba en contra del primero pero, ahora, todo es muy cristalino. Todos los escenarios son posibles y todas las hipótesis se pueden dar, desde que la actual Junta Directiva con un Alfonso Ramírez excelente siga su curso, o que sea reemplazada por otra junta con ganas de trabajar y de pulir matices, hasta que Osasuna pueda quedarse, incluso, con un vacío de poder que lo único que vaciaría sería nuestra gran oportunidad de ventaja sobre el resto de cara a la temporada que viene.

Me resulta sorpresivo que se vaya con la escopeta de ‘cazafantasmas’ acusando de falta de honrade a una Junta Directiva que por este valor personal jamás debería de ser desbancada. Es más, me resulta ingrato que se cumpla el dicho «la victoria tiene cien padres y la derrota es huérfana». Me atrevo a decir que hasta en el ascenso de Osasuna nadie se acordó de un hombre de club como Vasilejvic. Una cuestión es que de la necesidad nació la virtud, pero otra bien distinta es que no tuviera ninguna culpa positiva. Múltiples preguntas acerca de su persona se podrían plantear, pero a mí me gustaría abrir el debate y la reflexión con las siguientes: ¿qué hubiera pasado con los hermanos Flaño en la defensa y con Digard en el pivote defensivo junto a Fausto? ¿Qué hubiera pasado si Fausto no se hubiera lesionado en el mejor despertar de Osasuna con Vasilejvic como entrenador? ¿Nadie se acuerda cuando Vasilejvic decidió quedarse en Osasuna tras la dimisión de Archanco y en medio de aquella situación tan convulsa? Muchos son sus errores, pero jamás se le podrá atacar en lo personal, sí en lo deportivo. Por lo tanto, si jugamos al Cluedo, Vasilejvic no es huérfano de culpa, pero si jugamos a fútbol, el resultadismo manda, y los resultados son los que son. A priori, no parecía todo tan descabellado: el mejor lateral izquierdo, el mejor centrocampista creador tras Mikel Merino, el mejor delantero de Segunda… ¡Segunda! Palabra clave que fue avanzando con las terribles procesiones de Osasuna. ¿Y sí se planificó todo antes de tiempo y luego quedaba lo que quedaba? Fausto es un ejemplo.

Todo en la vida y, concretamente, en un club o en una empresa, no hay que comunicar todo con pelos y señales, porque harían falta cinco ruedas de prensa semanales, pero creo que, al menos, los pelos son necesarios. Sinceramente, pelos ha habido, pero, a veces, con un poco de retraso o incluso sin ciertas informaciones, tal vez, y digo tal vez, nunca hubiéramos sabido la descabellada cifra que cobra Vasilejvic por partido. El linchamiento al que está sometida la Junta Directiva es inaudito, solo busca lo mejor para Osasuna, y si no, créanme que jamás se hubieran apuntado en el peor momento de la historia rojilla. Se puede estar más o menos de acuerdo, y compartiré con ustedes que errores hay muchos. El aspecto social y lo económico brillan por fuerza porque los pasos de gigante que se han dado son irrechazables. No obstante, extraño es que Fran Canal firme un contrato con un club en el que sabe que Ibáñez y Vasilejvic, con quienes compartía inversiones en el pasado y que no terminaron bien, están trabajando. ¿Casualidad? El mundo no es tan pequeño como parece. No me gustaría saltar por encima de Fran Canal sin dejar claro que algunas de sus prácticas anteriores no me transmiten confianza. Siempre quedará abierto el contrato de las mil cláusulas de Mikel Merino y si, en verdad, era tan urgente su venta. ¿No se podría haber esperado un poco más y ver hacia donde iba Osasuna? Opciones de ascenso existían y para nada remotas. Sin embargo, muchas variables y elementos periféricos estarían jugando ahí. Complejo.

Señores rojillos, lo único que sé es que el «somos un equipo» pasó a otra vida, que el asalto a Girona se quedó en el discurso de Martín que jamás se llevó a cabo y que la pretemporada fue testigo -responsabilidad de todos-, que los jugadores no han transmitido estar al cien por el cien y que Osasuna deberá entonar junto a su afición, la más dañada, un nuevo cántico entre tanto dolor y poca dignidad. Siempre habrá una de cal y otra de arena, y, como osasunista, reclamo que la normalidad de mi club se asiente, esté quién esté, y que trabajemos todos juntos en la misma senda, en la senda de la construcción. Recuerden una cosa, volveremos, pero volveremos para quedarnos.

¡Aúpa Osasuna!

*Pablo Sanzol es estudiante de ADE y Derecho en la UPNA y Socio n°5843 de Osasuna

Written by Osasuna 1920

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