Llegó con la vitola de ser el jugador que hiciera olvidar a Savo Milosevic en la delantera de Osasuna. Un mantra que todavía sigue repitiéndose por Pamplona cada vez que un nuevo delantero, y sobre todo si es de origen balcánico, aterriza en la capital navarra.
Dejan Lekic sufrió para adaptarse a Osasuna, tuvo minutos durante sus dos años en el equipo rojillo, pero sólo marcó seis goles y tuvo que marcharse al final de la 2011-12 con la esperanza de tener mejor suerte en otros destinos: Gijón, Eibar, Girona y, ahora, Mallorca.
Pero hubo una noche que Dejan Lekic sí recordará en sus sueños más placenteros. Aquella en la que consiguió marcarle dos goles al mejor FC Barcelona de la historia, en una épica victoria en El Sadar que encendió Pamplona como sólo las grandes noches consiguen.
Fue un 11 de febrero de 2012, ese mes que tan duro se le ha hecho siempre al conjunto culé, que calló por 3-2 en El Sadar tras una primera parte vertiginosa en la que Lekic marcó los dos primeros goles en los minutos 4 y 22 del primer periodo. Alexis acortó distancias en el minuto 50 de partido, pero un regresado Raúl García marcaría el 3-1 que pondría las cosas muy difíciles al equipo de Guardiola, al que no le sirvió el gol de Tello en el minuto 72.
En aquel equipo rojillo, entrenado entonces por José Luis Mendibilibar, jugaron Andrés Fernández, Marc Bertrán, Sergio Fernández, Miguel Flaño, Raitala, Cejudo, Puñal, Nekounam, Raúl García, Nino y Lekic.
Aquella victoria fue la última de Osasuna en El Sadar contra el Barcelona, al que el equipo rojillo ha vencido en 11 ocasiones en Pamplona. Este sábado (13 horas), los hombre de Joaquín Caparrós tendrán otra oportunidad de hacer historia. E igualar si pueden, como aquella noche de febrero, la noche en que Lekic brilló.