Los 9 jugadores balcánicos del Club Atlético Osasuna

Fue el primero jugador balcánico en vestir la camiseta de Osasuna. Llegó en la campaña 88/89 con el conjunto navarro en Primera y bajo el mandato de Fermín Ezcurra. Participó en 18 encuentros donde solo consiguió anotar un gol.

2.- Predag Spasic (1991)

Fichaje estrella del Real Madrid en el año 1990. Llegó como referente defensivo de la extinta selección de Yugoslavia y su traspaso le costó al club blanco 200 millones de pesetas pero el rendimiento mostrado por el jugador balcánico fue un fiasco. Tras 22 partidos como madridista, recaló en Osasuna donde permaneció tres temporadas a un nivel aceptable.

Militó dos temporadas en Osasuna pero su rendimiento no fue ni mucho menos el esperado.

4.- Petar Vasiljevic (1994)

El actual director deportivo de Osasuna llegó a Pamplona por primera vez en el año 1994 y dejó una gran impresión actuando en el centro de la zaga. Tras dos años con el conjunto navarro en Segunda lo fichó el Albacete para jugar en Primera. Estuvo tres campañas en tierras manchegas y regresó a Osasuna en el año del último ascenso.

5.- Dejan Markovic (1997)

Medio centro ofensivo que llegó a Osasuna tras triunfar en el Logroñés. Permaneció tres temporadas en el club rojillo donde disputó un total de 104 encuentros y anotó 8 goles. Fue titular en la temporada del ultimo ascenso con Lotina en el banquillo. 

6.- Drincic (1995)

Delantero montenegrino que solo llegó a disputar 6 partidos con Osasuna sin conseguir anotar gol.

7.- Risto Vidakovic (2000)

Osasuna lo fichó buscando experencia en el año del regreso a Primera. Jugó 19 partidos como titular y ayudó al equipo a conseguir la salvación. Llegó a Pamplona tras 6 temporadas en el Betis.

8.- Savo Milosevic (2004)

El mejor jugador balcánico que ha vestido la camiseta de Osasuna. Llegó en la temporada 2004 / 2005 pero su mejor versión la ofreció en su segunda campaña como rojillo, anotando 11 goles y clasificando al equipo para la Liga de Campeones.

9.- Dejan Lekic (2010)

De menos a más. Al tanque de Kraljevo le costó adaptarse y no ofreció su mejor rendimiento hasta la segunda temporada. Una inoportuna lesión le dejó fuera cuando ya se había ganado un hueco en el equipo.