Osasuna sufrió ayer su primera derrota del curso en El Sadar en el partido en el que mejor sensaciones y juego había dejado. En una actuación claramente ascendente hasta conseguir la remontada con el 2-1, los rojillos minimizaron las virtudes celestes, sometieron al rival y tuvieron la oportunidad minuto 79’ de dejar encarrilado el partido a través de una pena máxima.
Los datos hablan de un equipo que en la mayoría de los casos debería ganar el partido por su desempeño en el terreno de juego.
Registros para ganar
Dejando a un lado lo que es puramente visual, que a nadie se le puede escapar que Osasuna tuvo momentos muy buenos con balón, los datos hablan de un partido muy completo y de un conjunto navarro más valiente que en otros partidos.
La posesión se situó en el 62% para los rojillos, 550 pases realizados con un porcentaje de acierto del 84%, 17 disparos de los cuales 7 fueron a puerta frente a 9 disparos y 5 a puerta del rival, una distancia media de las acciones defensivas del equipo de Lisci de 65 metros demostrando que el equipo jugó alto y la ejecución de 42 toques en área rival frente a los 6 del Celta.
Los datos hablan de un partido serio de Osasuna donde realmente generó peligro al rival y lo normal es que ganase el partido. Pero la realidad fue otra y no hay otro motivo que llevó a ello que los graves errores defensivos que se llevan repitiendo ya no solo esta temporada, sino también las anteriores.
Estamos perdiendo el norte con el partido de ayer…
— Rubén Díez (@AOsasunita2) October 27, 2025
?UNA ALTURA MEDIA DE LAS ACCIONES DEFENSIVAS DE 65M!!!!
?UN OSASUNA CUYOS CARRILEROS, PARECEN EXTREMOS EN ALTURA
?HACEMOS 42 TOQUES EN ÁREA CONTRARIA FRENTE A 6 EL CELTA
Hay matices, que los comentaremos hoy en el post… pic.twitter.com/ujBf1lpIAX
Minimizar los errores
Para competir en Primera División hay que ser determinante en las áreas. Budimir te da ese desequilibrio en área rival con su gran olfato goleador, pero en lo que está pecando el cuadro de Lisci es en los errores defensivos. Los tres goles encajados ante el Celta son fallos propios que deben ser minimizados. El primer tanto vino precedido de un fallo de Moi que provocó un contraataque que finalizó de manera espectacular Jutgla. El segundo gol es el que más ha dado que hablar al ser de un córner a baja altura y con poca fuerza que se cuela entre las piernas de los jugadores y acaba remontando el delantero en área pequeña. Por último, el tercer gol fue de un pase de Iago Aspas a quien solo perseguía Juan Cruz y ni Boyomo ni Moncayola llegaron a parar al autor del gol.
Más allá del bajón en las segundas partes y con los cambios, Osasuna debe revisar y mejorar estas situaciones para que todo el trabajo bien hecho no se vaya al traste. Aún así, aunque los resultados pueden preocupar, no hay motivos para ser catastrofistas con la situación del cuadro pamplonica dadas las sensaciones y el fútbol que desplegó sobre el verde de El Sadar.


