Azpilicueta demuestra que aún tiene cuerda para la élite

Mucho se especuló este verano con el posible regreso de César Azpilicueta (36 años) al club donde inició su prolífica carrera profesional. El propio defensa navarro y el director deportivo de Osasuna reconocieron haberse reunido en Madrid para valorar la posibilidad de un regreso que finalmente nunca cristalizó.

En medio de esa rumorología, las redes sociales también jugaron su papel. Una parte de la afición rojilla dudaba de que el zaguero mantuviera el nivel suficiente para rendir en El Sadar, llegando a tildar su hipotético fichaje de apuesta demasiado arriesgada.

La realidad, sin embargo, ha terminado por desmentir cualquier sospecha. En la recta final del mercado, Azpilicueta firmó por el Sevilla FC y su incorporación ha resultado una auténtica bendición para el cuadro hispalense. Lejos de ser un simple complemento, el defensa de Zizur se ha convertido en titular indiscutible y en un referente de liderazgo dentro del vestuario.

Azpilicueta transmite aplomo a la zaga sevillista. Ha disputado y completado los últimos cuatro partidos consecutivos, sin entrar en las rotaciones del técnico Almeyda, pese a los habituales cambios masivos del técnico. “Es el que más corre en los entrenamientos”, afirmó el entrenador hace apenas dos semanas, subrayando su nivel de compromiso.

El veterano jugador, que firmó por una temporada con opción a otra, ha asumido el desafío con naturalidad. Su rol va más allá de lo futbolístico: acompañar y guiar a los más jóvenes. Y lo está haciendo con la misma profesionalidad que le ha caracterizado en su larga trayectoria.

“César es un ejemplo. Los líderes de por sí son ejemplo para los grupos. Habla por sí solo con su carrera, su humildad, todo lo que ha construido, y nos está dando eso último que tiene con pasión, con amor. Son personas que aman el fútbol, lo han ganado todo. Estoy agradecido, me gusta entrenarlo, le está haciendo muy bien a este Sevilla con su manera de ser y de jugar”, sentenció su técnico.

Así, lo que en Pamplona quedó en un rumor de verano, en Sevilla se ha convertido en un presente sólido: Azpilicueta sigue siendo un jugador de élite y un líder indiscutible.