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El rifirrafe entre un jugador del Getafe y la afición rojilla en la banda de El Sadar

Durante la segunda parte se vivieron unos minutos de tensión entre la afición rojilla y el jugador del Getafe, Stefan Mitrovic.

El rifirrafe entre un jugador del Getafe y la afición rojilla en la banda de El Sadar

No se puede negar que el Osasuna-Getafe tuvo de todo. Buen juego, tensión, golazos, hasta 5 tantos, remontada, decepción e incluso piques. Hubo un momento en el que el partido no solo solo se jugaba en el terreno de juego, sino que también lo hacía en la grada.

Con 2-2 en el marcador, el futbolista, Stefan Mitrovic, encendió a la grada con sus gestos y esta se acabó metiendo en el partido y ayudando a los rojillos a sumar los tres puntos. 

Tensión en la banda de El Sadar

Rondaba el minuto 75 cuando Osasuna se encontraba un algo noqueado tras pasar de ir ganando 2-0 a estar empatando 2-2. La afición estaba apagada y parecía que el conjunto azulón iba a tener su oportunidad en la recta final para ganar el partido. Sin embargo, se produjo un rifirrafe en la banda donde calientan los jugadores, que encendió a la afición y le dio una vida extra al equipo.

No se sabe realmente cómo se originó la situación vivida, pero sí que la afición rojilla la tenía tomada con un jugador del conjunto azulón (Mason Greenwood) por un episodio pasado en el que fue acusado de agredir a su mujer y, cuando tocaba el balón, recibía pitos e insultos por parte de la afición del conjunto local. Stefan Mitrovic, el protagonista de la situación vivida en la banda de El Sadar, mientras estaba calentando, empezó en un momento dado a hacer aspavientos y a arengar, en plan burlón, a la grada a que pitase más. La grada lo detectó y empezó a tomarla con él. 

Fuente: Iraia_liza en Twitter

Los aficionados le recriminaron a Mitrovic sus gestos y le empezaron a pitar e insultar durante varios minutos, mientras que el jugador se reía y mantenía un comportamiento un tanto burlón. El partido seguía transcurriendo cuando, justo en la banda donde calentaba el defensor del Getafe, Jesús Areso metió uno de los goles del año que daba la victoria a los rojillos.

A raíz del tanto, Mitrovic se calló y empezó a agachar la cabeza, mientras la grada se empezó a reír del jugador y a cantarle “tonto, tonto”. En el descuento, el cuerpo técnico del cuadro visitante llamó a todos los que estaban calentando, incluido Mitrovic, para que volviesen al banquillo, ya que no iban a salir al terreno de juego. La afición despidió a Mitrovic en plan burlón, diciéndole adiós con la mano y cantándole “gracias por venir”, mientras que el defensor serbio se marchaba cabizbajo y serio.

Written by Daniel Arangay

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