En muchas ocasiones es habitual ver como tras finalizar el calentamiento previo al partido, Rubén García se queda solo durante dos o tres minutos más probando disparos desde la frontal del área con su pierna izquierda. El jugador valenciano trabaja duro para mejorar en todos los aspectos incluyendo el disparo lejano, pero durante este curso la puntería no le estaba acompañando, algo raro en un futbolista que en las últimas cuatro temporadas ha promediado más de 6 goles.
Sin embargo, ayer puso fin al bache anotador de la mejor manera posible. El extremo ejecutó un precioso disparo de larga distancia que dobló los guantes del guardameta Dimitrievski para alojarse en la portería rayista.