Osasuna 1920
Han pasado 10 años desde aquella tarde mágica en Leverkusen. Una de esas noches en las que la sonrisa brilla durante 24 horas y los abrazos se guardan en la memoria eterna. Un humilde Osasuna conquistaba el Bay Arena con goles de Carlos Cuéllar, David López y Webó (0-3). 10 años después, y tras una larga trayectoria en el fútbol inglés, el exrojillo Carlos Cuéllar recuerda desde Israel aquella noche inolvidable en la que los sueños se hicieron posibles. También los suyos y los de sus compañeros.
Este miércoles se cumplen 10 años de la victoria contra el Leverkusen. ¿Qué recuerdos tienes de aquel partido?
Fue un partido muy especial, lo primero que recuerdo es el gol que marque en los primeros minutos del partido. Además, el resultado final de 3-0, que fue algo histórico para nosotros.
¿Ha sido el gol más importante de tu carrera?
Ha sido uno de los más importantes, pero si tengo que elegir uno sería el que marque en El Sadar contra el Hamburgo, que aunque luego no sirvió de mucho en ese momento quizá era uno de los más importantes en la historia del club.
Al terminar el partido, ¿qué ambiente había en el vestuario?
Había un gran ambiente de celebración, como si hubiésemos ganado la copa, era una victoria importantísima.
¿Cuál fue la clave de aquel vestuario?
La clave fue crear un gran ambiente de amistad en el vestuario, éramos una familia en la que todos moríamos en el campo por el compañero. Y de ahí el bloque sólido que conseguimos crear.
¿Quién era el jugador más bromista del vestuario?
Echando la vista atrás, sí que recuerdo que Corrales era de los jugadores más graciosos del vestuario. Webó era muy gracioso también.
Tu gol al Hamburgo es el único marcado por Osasuna en la Champions. ¿Qué recuerdas de ese tanto?
Lo recuerdo como si fuese ayer. Quizá es el gol más importante de mi carrera y ese grupo se merecía el premio de jugar en Champions después de la temporada perfecta que habíamos hecho. Rematé con la oreja, el hombro… Iba con todo el alma pensando que ese era el gol que nos iba a permitir hacer historia.
Finalistas de la Copa del Rey, cuartos en Liga, semifinalistas de la UEFA… ¿Cómo vivisteis aquello?
Pues a nivel personal los viví con mucha ilusión, porque era un jugador joven y estaba viviendo un sueño. Ya para Osasuna jugar en Primera era un premio todos los años y, si encima le sumas todos los logros que conseguimos y la alegrías que dimos a la gente, fueron unos años inolvidables… Nunca olvidaré el último partido de liga contra el Valencia en casa y el paseo hasta la plaza del Castillo con el autobús, parecía que habíamos ganado la liga.
Has llegado a afirmar en diferentes ocasiones que Osasuna es algo más que un club. ¿Por qué?
Porque desde el primer día que llegas, respiras un ambiente familiar, distinto al de cualquier otro vestuario, y porque termina habiendo una hermandad y unidad con la grada que hace que se consigan todos los logros.
¿Ha habido en estos años alguna posibilidad de regresar a Osasuna?
Siempre ha habido rumores, pero nunca una propuesta en firme, por desgracia.
¿Cómo fueron las seis temporadas en el Reino Unido (Rangers, Aston Villa, Sunderland y Norwich?
Las temporadas en Inglaterra fueron por lo general muy buenas, tuve la oportunidad de jugar en champions, Europa league, de jugar finales en Wembley que es un campo único y de vivir el día a día el fútbol inglés que era un sueño que tenía desde pequeño.
Ahora juega en el Maccabi Petah-Tikvah. ¿Qué tal es la vida en Israel?
La vida en Israel es muy buena, es muy parecida al estilo de vida en España, yo estoy encantado aquí.
¿Está cerca el final de tu carrera?
Sí, por desgracia, está cerca el fin, cada vez los años pesan más y son muchos años también fuera de casa, tomaré una decisión al final de esta temporada.
¿Qué te gustaría hacer después de colgar las botas?
Cuando me retire, lo que más me gustaría ser es entrenador, empezaría a sacarme el título y en prepararme para algún día poder volver a Osasuna como entrenador.
