No es habitual que los futbolistas revelen sus conversaciones y disputas dentro de un terreno de juego. Normalmente, la tensión acaba tras los 90 minutos. Sin embargo, no siempre ocurre así. El 10 de enero de 1993, el Tenerife del argentino Fernando Redondo visitó El Sadar para enfrentarse al CA Osasuna. Los blanquiazules se llevaron la victoria por 1 gol a 2 en un choque muy disputado. A la conclusión del encuentro el rojillo Martín González (actual director deportivo del Real Zaragoza) aseguró que Redondo le lanzó un trozo de césped acompañándolo de la siguiente frase: «come, burro».
«Después de lo que ha sucedido, siento haber efectuado aquellas manifesta-ciones contra él. Ahora parece que le he lesionado yo»
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