El encuentro del pasado domingo dejó dos expulsados en Osasuna. El primero fue Jon Moncayola, quien intentó rematar un centro elevando la pierna en exceso con tan mala suerte de impactar en la cabeza de Juan Miranda, que trataba de evitar el gol y despejar el peligro del área. Tras la revisión en el VAR, el árbitro no dudó en expulsar al jugador por la dureza de acción y por haber puesto en peligro la integridad física del rival.
El segundo que vio la roja fue el propio entrenador, Jagoba Arrasate, que protestó, y con razón, una decisión arbitral en el que no dejó ingresar al campo a un jugador rojillo estando Osasuna con dos futbolistas menos en ese momento y en la jugada inmediata, el Real Betis anotó el primer gol del partido. El enfado fue morrocotudo como no podía ser menos y el árbitro no tardó en expulsarlo por gritar gesticulando la decisión tomada.
Ya se conoce la sanción
Esta mañana se han hecho públicas las sanciones para ambos y para sorpresa de nadie, el castigo a Jagoba ha sido mayor. Como viene siendo habitual, cuando un entrenador protesta una actuación arbitral ya sea sobre el terreno de juego o en la rueda de prensa, La Liga está llevando a cabo una actuación ejemplarizante para todos ellos con el objetivo cortar de raíz cualquier “rebelión” contra el estamento arbitral. Así pues, Jagoba se verá apartado de su equipo durante 2 partidos (se perderá el de este fin de semana ante el Athletic y el siguiente en casa contra el RCD Mallorca), por lo que no peligra su presencia en el último encuentro liguero ante el Villarreal.
Por su parte, Jon Moncayola cumplirá un partido de sanción, el de este sábado en San Mamés, por la acción en la que de manera fortuita impactó con los tacos en la cabeza de Miranda. Las sanciones son ya firmes, pero resulta sorprendente como protestar una acción cuesta más que una tarjeta roja a un jugador por una patada, para la “mejor liga del mundo.”
