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Milosevic: «Lo especial de la camiseta de Osasuna es la afición»

Han pasado más de nueve años desde que Savo Milosevic disputara su último partido con Osasuna. Fue una tarde de junio en El Sadar, donde el serbio se marchó ovacionado por la afición y abrazado por sus compañeros. Desde entonces, no ha pasado un solo día sin que Savo Milosevic se acordara de su etapa en Osasuna: aquellos años dorados en los que llegó a disputar una final de Copa del Rey, la UEFA y la Champions.

Aquel fiero delantero es ahora un hombre de despacho, que ocupa la vicepresidencia de la federación serbia de fútbol y que regenta varios hoteles en la zona de esquí más popular de su país. Pero nada es lo mismo para él: echa de menos su etapa como jugador y repasa con cariño las anécdotas que vivió en Pamplona.

 

Savo Milosevic, ¿qué tal estás?
Ahora mismo estoy en Belgrado como vicepresidente de la federación serbia de fútbol, donde he actuado como director deportivo durante los últimos cuatro años y medio.

¿Cómo es tu día a día?
Además de trabajar en la federación, tengo unos hoteles en Kopaonik, el centro de esquí más importante de Serbia. Ahora estamos preparando la nueva temporada de invierno y, por lo demás, sólo juego a tenis…(risas).

¿Y tienes tiempo de jugar a fútbol?
Menos, me cansa mucho jugar a fútbol…

¿Qué recuerdos tienes de tu etapa en Osasuna?
Los recuerdos son los mejores posibles, porque jugamos bastante bien como equipo y obtuvimos unos resultados, podemos decir, históricos para Osasuna. Y la vida en Pamplona, con la gente… Era un sitio donde estaba disfrutando del tiempo y de la vida más que en cualquier otro lugar. Estuve en muchos sitios y clubes, pero los recuerdos de Pamplona son de los mejores.

¿Por qué viviste tan bien en Pamplona?
Porque es muy fácil para organizarte, porque la gente es muy buena, porque te reciben… Es un club donde la afición es un poco diferente al resto de España. La gente es muy buena, está muy cerca del club y está muy ilusionada. A parte de eso, se come muy bien y se vive muy bien. Tengo muchos amigos, relaciones muy buenas y recuerdos muy buenos. No sólo de la gente del club, sino de toda la gente de Pamplona y Navarra.

¿Has seguido los partidos de Osasuna en los últimos años?
Sí, claro, vi muchos partidos, y este año también. En los últimos años he sufrido mucho con Osasuna, con el descenso a Segunda… Pero el club supo superar esas cosas y regresar otra vez. Este año va a ser complicadísimo para mantenerse, pero el equipo está luchando. Y ya veremos lo que pasa… La Liga es muy muy complicada.

En los últimos dos años Osasuna ha dado un cambio radical a su política deportiva. ¿Qué te ha parecido?
No puedo meterme en eso porque estoy fuera y no conozco detalles. Pero cada día va a ser más difícil mantenerse vivo en el fútbol mundial, sobre todo en estas ligas más fuertes como España, Inglaterra o Francia. Y un club como Osasuna, que no tiene poder económico, tiene que pensar muchas cosas. Lo que es seguro es que tiene que mantenerse con su cantera; pero también traer a la gente que pueda aportar algo. Siempre con eso, no hay otra manera.

Ahora que han pasado algunos años, hay cosas que ya se pueden contar de tu etapa como futbolista. Por ejemplo, ¿mantienes el contacto con algún excompañero?
Con algunos sí. Ahora un poco menos en los últimos 3-4 años, porque no podía venir a Pamplona, es un poco triste… Pero tengo ganas de ir a Pamplona, visitar el club, la gente y hablar de aquellos momentos.

¿Con quién compartías habitación en las concentraciones?
Yo me llevaba muy bien con todos. Pero sobre todo con John Aloisi, el australiano. Aunque cambiaba, estaba con muchos. El secreto de aquel equipo era que nos llevábamos muy bien toda la plantilla. La atmósfera dentro del equipo era el secreto de nuestros éxitos.

¿Y quién te sorprendió más? ¿Quién animaba las concentraciones?
El más interesante y divertido era Moha.

¿Y por qué?
Tenía una energía positiva y siempre alegraba a los demás. Siempre estaba bromeando y era el más divertido.

El despegue de aquel equipo comenzó con la disputa de la final de la Copa del Rey. ¿Qué recuerdos tienes de aquel partido?
La única cosa negativa fue que perdimos… Pero jugamos una final de Copa y es bastante complicado llegar ahí. Nos enfrentamos a un equipo muy fuerte y nos quedamos cerca, muy cerca. Al final, no pudo ser, pero fue una experiencia muy buena y tremenda. Para un club como Osasuna, los resultados que conseguimos en esos tres años fueron prácticamente inimaginables.

¿Cómo recuerdas el gol de Aloisi?
Esos momentos, cuando marcas un gol importante, son para toda la vida y son muy complicados de explicar. Son los mejores detalles de la vida porque estás jugando a fútbol. Muchas veces exageramos y nos dicen que hemos marcado ‘sólo’ un gol, pero a veces es complicado controlarse.

La temporada siguiente, el equipo dio otro salto de calidad y terminó cuarto. ¿Cuál fue la clave de aquel vestuario?

Tres cosas. Lo primero, el ambiente. Lo segundo, y fundamental, que el equipo estaba a tope físicamente. Estábamos entre los mejores físicamente de España. Teníamos la capacidad de jugar 90 minutos a un ritmo tremendo. Y luego, el entrenador, Javier Aguirre, que es un crack, una persona increíble. Nos preparó mental y físicamente a la perfección en todos los aspectos del juego.

¿Y cómo fue escuchar el himno de la Champions en El Sadar? ¿Lo recuerdas?
Cómo no… En estos dos partidos nos faltó un poco de suerte. Estuvimos bien, pero igual fue mejor para nosotros porque jugamos la UEFA y luego hicimos lo que hicimos. Conseguimos un resultado tremendo, así que no podemos estar tristes por no conseguir un buen resultado contra el Hamburgo.

Pero estuviste a punto de marcar el gol de la clasificación si no llega a ser porque Webo se adelantó en el remate.
Recuerdo esa jugada… Pero son detalles del juego. Lo recuerdo bien… Pierre no vio que yo estaba detrás, son cosas del fútbol.

¿Qué tal dormiste aquella noche?
Uf, después de perder ese tipo de partidos es complicado. Son partidos históricos para el club y también para los jugadores. Hay pocos partidos históricos que juegas en tu vida y cuando pierdes uno de estos es bastante complicado.

Marcaste más de 20 goles en Osasuna. ¿Recuerdas alguno en especial?
Recuerdo el gol contra el Deportivo, ganamos 1-3. Y también me acuerdo del gol contra el Valencia, en el último partido de la temporada, para ser cuartos. Yo metí el primer gol de cabeza, el 1-0.

El adiós a Osasuna sería el 17 de junio de 2007 frente al Atlético de Madrid, en una tarde en la que El Sadar te despidió ovacionado. ¿Cómo recuerdas aquel día?
Fue muy emocionante, porque me sentí muy bien en Pamplona, en el club, con la afición, la gente… Fue un momento muy emocionante para mí y a la vez estaba muy feliz porque veía que la gente me apreciaba y respetaba por lo que hice esos tres años en Pamplona. Sentía orgullo y tristeza, pero son cosas que te acompañan durante toda la vida en el fútbol.

¿Sospechábais algo de la crisis económica que se desataría después en Osasuna?
En aquel momento pensaba que Osasuna podría dar un salto hacia arriba económicamente, porque el equipo había vendido a muchos jugadores buenos. Pensaba que el club tendría una tranquilidad económica de al menos dos años, pero no sé exactamente lo que pasó y no lo conozco bien.

¿Te gustaría volver a Pamplona?
Seguro, es una de mis ciudades favoritas. Y el club, Osasuna, también.

¿Qué tiene de especial vestir la camiseta de Osasuna?
Lo especial de la camiseta de Osasuna es la afición y toda la gente de Navarra que se identifica con el club. El club es el representante de todo un pueblo y por eso la responsabilidad de vestir la camiseta de Osasuna es un poco más grande que en los demás.

Y si tuvieras que lanzar un mensaje a la gente de Pamplona, ¿qué les dirías?
Que les deseo todo lo mejor en la vida. Y que los amo muchísimo.

 

Written by Osasuna1920

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